Por: Craig Wilson
Traducción especial para El Profeta: Carolina Castro (Carovi)
MIDDLEBURY, Vt. — Las escobas que ellos sostienen en las piernas no los ayudan a volar. La Snitch no es una pelota dorada alada sino un hombre joven que corre a la velocidad de la luz por todo el campo. Y a veces el juego parece una mezcla de rugby, dodge balll y fútbol. Pero de alguna manera, todo funciona.
El primer partido del intercolegiado de quidditch se llevo acabo este mes, y aunque esta versión del juego es terrestre, está despegando. Originalmente jugado por magos montados en escobas en las novelas de Harry Potter, el juego está tomando raíces en los campus de las universidades.
"Todos nosotros teníamos la edad de Harry Potter cuando los libros empezaron", dice Sally Libby, 20, estudiante de la Universidad Middlebury de Richmond. "Y el quidditch es una de las cosas más creativas que surgieron del libro. Nosotros fuimos capaces de crear eso acá, seguir todas las reglas, excepto la habilidad de volar. Simplemente se puso de moda".
El quidditch apareció en Middlebury dos otoños atrás cuando un manojo de estudiantes se reunió para jugar un estilo rudimentario del juego, los domingos en la tarde, inventando reglas sacadas de los libros.
Para este mes en el intercolegiado el Festival de la Copa Mundial de Quidditch de Otoño, hubo pancartas, procesiones de equipos digno de olimpiadas, ceremonias de apertura, funciones de descanso, y 12 equipos mixtos de 7 personas de Middlebury rivalizando por la oportunidad de jugar de equipo visitante en la Universidad de Vassar.
Más información: http://www.usatoday.com/life/lifestyle/2007-11-26-quidditch_N.htm?csp=34