Leyendo por ahí, Sula se encontró con un cuento llamado "Tania es Pelirroja" el cual, al empezar a leerlo me di cuenta que fue escrito por alguien que pertenece a la PLUMA, ya que es una persona que va con el objetivo de la Asociación (el cual es promover la lectura), decidí hacer un reportaje en reconocimiento a esa labor, que aunque parezca individual, en realidad tiene un trasfondo más grande, a continuación el reportaje y luego el cuento:
Krebs: ¿Cual es tu nombre mágico?
WI: Waleran Incandenza, este nombre se deben a mis dos personajes favoritos.
K: ¿Que concurso fue el que ganaste?
WI: El Concurso de cuento de RCN y el Ministerio de Educación.
K: ¿Desde cuándo eres escritor?
WI: Recuerdo que siempre había escrito cosas pequeñas intermitentemente, pero el momento en que tuve conciencia de que me quería dedicar a escribir de forma oficial fue alrededor de los 12 años, cuando Viaje al Centro de la Tierra me decepcionó tanto que se me ocurrió que hasta yo podía hacerlo mejor.
K: ¿En que te inspiras cuando inscribes?
WI: Uno puede identificar el momento en que se convierte en escritor serio por el momento en que deja de creer en la inspiración. Escribir es un proceso enteramente deliberado, intencional, controlado, voluntario. Es uno mismo el que tiene que untarse las manos y hacer el trabajo duro de desarrollar un tema, sacarle consecuencias, sopesarlas y explorar las que resulten interesantes, delinear personajes, volverlos creíbles, escoger diálogos coherentes y enlazar temas entre sí hasta que el resultado quede medianamente presentable. Quienes esperan que venga una musa a poseerlos y dictarles poesía celestial no escriben con una voz propia ni escriben nada que valga la pena leer.
K: ¿Porque crees que la gente no lee ni escribe tanto en Colombia?
WI: Cuando uno tiene que medir con pinzas el sueldo para poder llegar al próximo mes, no se piensa en dedicar sesenta mil pesos a un libro. Los colombianos funcionamos en modo de supervivencia, y es comprensible: para muchos la elección no es libro o cine, sino libro o comida. No va a dejar de ser así mientras los sueldos sean un mal chiste y los libros sigan estando tan caros como están en este país.
K: ¿Que piensas del talento colombiano en cuanto a la escritura?
WI: Ha madurado una generación que ya entendió que no necesita rendir culto a la vaca sagrada de García Márquez, pero tampoco necesita escribir contra él: es el caso de Juan Gabriel Vásquez, un genio de la novela histórica en quien no se detecta un solo ingrediente de amor u odio hacia García Márquez: él se dedica a escribir su propia literatura y ya. Por desgracia, coexisten más vertientes sin las cuales perfectamente podríamos vivir. Por citar dos: la sicaresca, de la cual me gusta más el nombre de realismo trágico, esos libros de capos que hay que escurrir de sangre ante de empezar a leerlos; y el realismo obsceno, esos escritores que se creen experimentales porque miden su creatividad según la cantidad de aberraciones que pueden narrar en cada capítulo (te estoy mirando a ti, Efraim Medina). Y de las generaciones no tan nuevas todavía persisten ejemplos de calidad: Germán Castro Caycedo ha descrito con fidelidad la vida colombiana sin caer en la trampa facilista de la sicaresca. Por debajo de mi radar han pasado varias escritoras colombianas que han ido acumulando premios en todo el mundo; tengo pendiente todavía empezar a leerlas.
K: En serio gracias por el tiempo prestado y que sean muchos más premios.
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Ahora si el cuento:
Tania es pelirroja
Cuchillo para postres, cuchillo para carnes, cuchillo con filo aserrado, cuchillo con doble filo para descamar pescados. No. Ninguno es.
- Sandra, ¿por qué estás revolviendo ese cajón?
- Mami, ¿dónde está el cuchillo con rueda, con el que haces las galletas? No lo encuentro.
- ¿Para qué lo quieres? ¿Vas a cocinar acaso?
- Ajá.
- Debiste decirme en lugar de desordenar la cocina. ¿Le vas a hacer galletas a tu compañera? Ya debería haber llegado. ¿Cómo se llama?
- Tania.
- Ni siquiera has empezado a preparar la masa y te pones a perder el tiempo buscando el cuchillo. Mira, en este cajón de arriba. ¿Sabes dónde está la harina?
- Ajá.
- Bueno, te dejo para que no pierdas tiempo. Esa niña ya debe de estar llegando.
Cuando termines pon todo como estaba. No quiero que me dejes este desorden. ¿También va a venir Rodrigo?
- No, a él no lo invité.
- ¿Por qué? Tú siempre quieres jugar con él.
Sandra mira el cajón de los cubiertos y lo cierra.
- Hoy no tuve ganas.
- Como quieras. Me voy a cambiar. Me da curiosidad conocer a esa niña... ¿Tania?
- Ajá.
- Todo el mundo me dice que tiene un cabello precioso. ¿A ti te parece bonita?
- Mmm, sí. Es pelirroja.
- Ah, habrá que verla. Voy a estar en mi cuarto. Cuando llegue, avísame.
Sandra se queda quieta hasta que oye cerrarse la puerta. Corre hasta su cuarto, entra sin hacer ruido y pone el seguro. Mira a Tania.
Le ha puesto una mordaza y le ha amarrado las manos y los pies con cordones de zapatos. La niña pelirroja mira temblorosa a Sandra, quien tiene en las manos un cuchillo de pastelería.
Sandra le recoge todo el cabello en un moño y lo sujeta con una mano. Con la otra, con mucho cuidado, toma el cuchillo con rueda y empieza a cortar por la línea de la frente, sin salirse del borde, doblando por la sien hacia abajo, dando la vuelta por encima de la oreja, rodeando la nuca y volviendo por el otro lado hasta la frente. Ha hecho un corte profundo y la cabeza de la niña no para de sangrar.
Luego mete los dedos por la herida de la frente y haciendo fuerza empieza a arrancar el cuero cabelludo, desprendiendo la piel del músculo, enrollándola hacia atrás, hasta que sale toda.
Ya está. Rodrigo nunca volverá a mirar a Tania.
- Mami, ¿dónde está el cuchillo con rueda, con el que haces las galletas? No lo encuentro.
- ¿Para qué lo quieres? ¿Vas a cocinar acaso?
- Ajá.
- Debiste decirme en lugar de desordenar la cocina. ¿Le vas a hacer galletas a tu compañera? Ya debería haber llegado. ¿Cómo se llama?
- Tania.
- Ni siquiera has empezado a preparar la masa y te pones a perder el tiempo buscando el cuchillo. Mira, en este cajón de arriba. ¿Sabes dónde está la harina?
- Ajá.
- Bueno, te dejo para que no pierdas tiempo. Esa niña ya debe de estar llegando.
Cuando termines pon todo como estaba. No quiero que me dejes este desorden. ¿También va a venir Rodrigo?
- No, a él no lo invité.
- ¿Por qué? Tú siempre quieres jugar con él.
Sandra mira el cajón de los cubiertos y lo cierra.
- Hoy no tuve ganas.
- Como quieras. Me voy a cambiar. Me da curiosidad conocer a esa niña... ¿Tania?
- Ajá.
- Todo el mundo me dice que tiene un cabello precioso. ¿A ti te parece bonita?
- Mmm, sí. Es pelirroja.
- Ah, habrá que verla. Voy a estar en mi cuarto. Cuando llegue, avísame.
Sandra se queda quieta hasta que oye cerrarse la puerta. Corre hasta su cuarto, entra sin hacer ruido y pone el seguro. Mira a Tania.
Le ha puesto una mordaza y le ha amarrado las manos y los pies con cordones de zapatos. La niña pelirroja mira temblorosa a Sandra, quien tiene en las manos un cuchillo de pastelería.
Sandra le recoge todo el cabello en un moño y lo sujeta con una mano. Con la otra, con mucho cuidado, toma el cuchillo con rueda y empieza a cortar por la línea de la frente, sin salirse del borde, doblando por la sien hacia abajo, dando la vuelta por encima de la oreja, rodeando la nuca y volviendo por el otro lado hasta la frente. Ha hecho un corte profundo y la cabeza de la niña no para de sangrar.
Luego mete los dedos por la herida de la frente y haciendo fuerza empieza a arrancar el cuero cabelludo, desprendiendo la piel del músculo, enrollándola hacia atrás, hasta que sale toda.
Ya está. Rodrigo nunca volverá a mirar a Tania.
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El autor de " Tania es pelirroja" se llama Carlos Arturo Serrano Gómez. Nació en Barranquilla y estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Serrano Gómez, admira la exquisita delicadeza de Gustavo Adolfo Bécquer, la perenne frescura de Henry David Thoreau, la omnipotente destreza de David Foster Wallace y la lúcida sencillez de Virginia Woolf. Actualmente se encuentra terminando su primera novela.
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Escrito, editado y reportado por:
Krebs Artemis Caliope de L'eau Salazar
De la Casa de Ravenclaw
1 comentarios:
este cuento me ha parecido uno de los mejores que he leído en mucho tiempo. espero encontrar algún otro escrito de Carlos y si alguien sabe por favor pasenme el link
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